Hace ya un año y
unos pocos meses que el hashtag, blog e iniciativa de
#roboticaporlaigualdad empezó a dar vueltas en la cabeza de
muchas personas interesadas en intentar repensar la forma en que la
robótica se estaba introduciendo en entornos educativos y, también,
en la sociedad en general.
El hashtag surgió
de la nada. O quizás del todo, porque era una ilusión latente, pero
no nacida con un nombre. Y como una fuente inspiradora lanzó esa
idea de robótica para todos y todas.
El camino a recorrer
es y será largo. Estará repleto de aventuras y hasta de
contradicciones, reveses, tropiezos y levantamientos. Pero para
muchos es una idea que merece la pena y debe seguir plantando
semillas. Esas semillas dieron lugar al blog y a los #tupperbot. Los
#tupperbot son reuniones descentralizadas en las que docentes,
empresas y personas interesadas pueden encontrarse para reflexionar
hacia esos nuevos caminos; y claro, reuniones en las que no falten
los robots, dispositivos electrónicos, bebida sana, pastas y dulces
o incluso “bocatas de calamares”.
Hay que decir que el
hashtag nació también en gran medida de un gran trabajo anterior,
y que continúa, una labor de base realizada por personas vinculadas
con la Semana Europea de la Robótica, que viene celebrándose desde
hace ya unos cuantos años en diversos países europeos, siendo las
experiencias en España referentes.
Así que hablar de
#tupperbot, al menos en nuestro entorno, es hablar de
#roboticaporlaigualdad y, además, en muchos rincones, de la Semana
Europea de la Robótica. Es una semana impulsada por muy diversas
colaboraciones, como desde Hisparob, una plataforma nacional de
robótica con sede en la Universidad Carlos III que desde su grupo
educativo ha puesto en marcha numerosas iniciativas, siendo los kits
viajeros una de sus insignias que impulsa tremendamente esa idea de
#roboticaporlaigualdad, una robótica que llegue a todos los centros
y rincones y no sólo a los ubicaciones más afortundas.
Este es el segundo
#tupperbot que se celebra en nuestro colegio. Ya se convocó uno hace
un año. Pero de aquel, no se publicó nada. El final de curso fue
muy complejo y los despistes evitaron relatarlo.
Con la
lección aprendida, sin que transcurran más días, mejor pasar a desvelar
brevemente lo acontecido en ese maravilloso encuentro de ideas y
propuestas surgidas en modelo #tupperbot.
Muchas de las ideas
fueron solo sueños. Pero también hubo concreciones.
Se habló de la
coordinación en Hisparob.
De como debería
organizarse un buen evento robótico y bien apoyado con una adecuada
inversión económica, un reto que en España muchas veces es difícil
de conseguir. Comentamos cosas muy buenas del T3chFest y de una
persona concreta, Nerea Luis, @sailormerqury,
que ese mismo día recibía la condecoración de la Orden del Mérito
Civil. Palabras y expresiones como detalles cuidados, buen trato
humano, talleres para todos y financiación adecuada aparecieron como
marcas importantes.
De
la celebración del próximo evento para la Semana Europea de la
Robótica, pues vislumbrando posibilidades y deseando que llegue con
mucho mensaje de #robóticaporlaigualdad.
De
revistas, catálogos, centros, empresas, arte, mucho arte, betas,
kits y más pildoritas que pueden ayudar a la #roboticaporlaigualdad.
Entre
las curiosidades estuvo presente un caracol inteligente, que seguía
las indicaciones de un camino de código. O un cochecito robot para
micro:bit. También hubo su pequeño momento para Neuron.
Dedicamos
unos buenos minutos a ver cómo funcionaba micro:bit y a mostrar
diversos kits existentes en el mercado. A soñar ideas micro:bit para
el aula. Y a pensar en un kit que pudiera ser útil para los centros
y que siga impulsando esos grandes viajes cargados de ciencia y
buenas oportunidades que desde el Grupo de Robótica Educativa de
Hisparob con tanto cariño y apoyo se sigue impulsando.
Ello también nos llevó a comentar iniciativas robóticas con aulas
TEA que se están desarrollando en la zona sur de Madrid.
Entre
medias, hubo alguna foto, un pequeño aperitivo y algún incidente de
vaso vertido sobre la mesa, lo que nos hizo correr a buscar alguna
forma de secarlo porque ya se sabe que electrónica desprotegida y
líquido no suelen ser buenos compañeros si colisionan.
Y
sobre todo buenas emociones. Y hasta anécdotas filosóficas del
porqué es tan importante compartir. Así conocimos a Eduardo, de
Microlog, que nos trajo un agradable relato de ese campesino que
sabiendo que sus semillas eran las mejores también las compartía
con sus vecinos para que también tuvieran grandes cosechas. Al fin y
al cabo, las abejas que polinizan los cultivos de sus vecinos no
tienen fronteras y al propio agricultor, más que esconder sus
secretos, le interesa que las visitas de las abejas de los vecinos
lleguen cargadas de calidad polinizadora que siga manteniendo la
esencia de la buena semilla.
Estuvimos
presentes Mercedes Ruiz, Rafa y Eduardo de Microlog, Carmen Gloder,
Cristina de Propios, Carlos Mallo y un servidor, Antonio Ruiz. El
final de curso, la cierta improvisación de la convocatoria y las
muchas tareas y compromisos de grandes compañeros y colaboradores
obraron un poco en contra de la reunión, pero como #tupperbot fue
todo un enorme ejemplo de intercambio de ideas, experiencias y
sueños.
Aprovecho
para recordar la importancia de realizar más #tupperbots
descentralizados en
cualquier localidad en favor de repensamientos hacia
#roboticaporlaigualdad allí
donde cada grupo de amigos, compañeros o conocidos se animen, y a
hacerlo oficial uniéndose a este blog e incluyendo un
artículo en el mismo.
¡Un
abrazo a todos los impulsores y a cada #polinizador
#roboticaporlaigualdad! ¡Ánimo
a todo el que se sienta #polinizabot!
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